martes, 18 de noviembre de 2008

Javier Marías-"Tu rostro mañana"

"El problema de casi toda la gente, sus limitaciones, provienen de la falta de persistencia, de su pereza o fácil contento, también de su miedo. A alguien se le ocurre una idea y normalmente con eso le basta, se detiene complacido en el primer hallazgo y ya no continua pensando, ni exigiendose ir más lejos; se da por satisfecho con la primera hendidura; de personas y de los hechos, de las intenciones y las sospechas, de las verdades y los embelesos, nuestro tiempo es enemigo de la insatisfacción intima y por supuesto de la constancia, no se soportan la indagación sostenida, ni la perseverancia, el quedarse de veras en algo, para enterarse de ese algo. Pensar una sola cosa, o divisarla, es algo, pero también es apenas nada, una vez asimilada: es haber llegado a lo elemental. Pero lo interesante y difícil, lo que puede valer la pena y lo que más cuesta, es seguir. seguir pensando y seguir mirando más allá de lo necesario, cuando uno tiene la sensación de que ya no hay más que pensar o mirar, que la secuencia esta completa y que continuar es perder el tiempo. Lo importante esta siempre ahí, donde uno diría que ya no puede haber nada."
"Y sin embargo acaba por aparecer algo, casi siempre", dice Wheeler. "Se va acostumbrando uno a la oscuridad de cada rostro o historia, empieza a distinguir tras escrutar sin rendición las sombras, la penumbra se abre paso y entonces nos invade y envuelve. Quien esta dispuesto a ver, al final ve casi siempre, no digamos quien esta empeñado."
(...)
"Es tambien la terquedad de los hechos: que nadie haya venido nunca a hablarnos después de muerto, por mucho que se empeñen,...; a saber que los únicos que no que poseen lengua y jamás hablan ni cuentan ni dicen nada son los muertos. También, así pues, nosotros, cuando engrosemos sus filas.
Pero sólo entonces, y no antes.
Solo nos hablan en sueños, eso es cierto.
Y los oímos tan claramente, y su presencia es tan vívida en ellos, que mientras dura el dormir parece que sean esas personas con las que no hay forma de cruzar frase despiertos, los que en efecto nos cuentan y nos escuchan y hasta nos alegran el animo con sus añoradas risas idénticas a las que tuvieron en vida; son las mismas.
Esas palabras están en nosotros y no fuera en ningún sitio. Están en nuestra memoria imaginada, y que por una vez no sólo recuerda."

1 comentario:

Piero dijo...

Gracias, me has hecho recordar algo que no había olvidado...del todo.